Mexico isn't on the runway

La semana pasada varios empresarios dijeron que México había pasado de moda. Dionisio Garza Medina, el CEO de Alfa (el conglomerado regiomontano), piensa que hay mejores países para invertir antes que México.

Hay mejores países en dónde invertir. En los países donde nosotros operamos se dan impulsos para invertir, los incentivos y facilidades fiscales, la parte regulatoria, es más rápido que en México.

Junto a Garza Medina también se manifestaron Daniel Servitje (Bimbo) y Federico Toussaint (Lamosa), señalando no sólo la falta de incentivos sino la falta de políticos que sepan como manejar la administración pública. Y es que en los últimos años, en el ranking del Banco Mundial para la facilidad para hacer negocios (Doing Business) México no ha superado sus posiciones como lo han hecho países como Corea del Sur, China, Chile, Brasil o Colombia recientemente. De hecho Colombia escaló 13 puestos de un año a otro y ha escalado 30 en dos años.

México pasó de moda. Hace pocas semanas estaba viendo una presentación de una universidad de la India sobre los estudiantes que actualmente están aprendiendo español. Para India, América Latina es muy importante; de hecho, esa semana, La Sra. K hizo una visita de Estado a áquel país. En la presentación se veía el interés de los estudiantes en la región latina, y en una serie de diapositivas algo me sorprendió, veía a Shakira, Bachelet, Chavéz, Lula, Tabaré, Juanes, Correa, García Márquez, Pelé y demás personajes latinos (políticos, músicos, artistas e intelectuales) pero ningún mexicano, es más en toda la presentación, ninguna referencia a México. Nada.

¿Qué hicimos mal? Más bien, qué permitimos que siguiera pasando.

• Políticos: creo que no estamos tan mal como Argentina (allá abundan los Nicolás, al estilo chofer de AMLO) Pero podríamos estar mucho mejor. He escuchado que debería haber un filtro para que permitieran que sólo llegaran personas con estudios de nivel superior a diputados, por ejemplo. En eso no estoy tan de acuerdo, pues eso cambia totalmente la diversidad. El problema es que los que llegan a representar esa diversidad no está nada representada. Pareciera que llega lo peor de los mexicanos a la política. Y esque ellos son uno de los actores más importantes en la construcción de un plan y visión como país. Pero creo que se lo toman como vacaciones cuando llegan al poder. Y hacen sus planesitos de gobierno de 3 años y 6 años, construyendo puentes, foros de competividad, iniciativas de mejora (pero nada mejora). No hay visión a largo plazo, porque después vendrá el otro a hacer lo deshecho y deshacer lo hecho.
  
• Sindicatos: sí, pero no las instituciones en sí. Es decir, los sindicatos no son malos, el verdadero problema es esa falta de transparencia, elecciones democráticas y libre afiliación que deberían de tener. Pero son como grandes herramientas de cuotas de poder. Y sí no, pregúntale a La Maestra. Y éstos actores han permitido que nuestros estudiantes sigan con los peores puntajes en las evaluaciones que hace la OCDE.
  
• Monopolios: esa falta de competitividad y apertura que hace que haya ricos cada vez más ricos debido a que poseen un gran mercado sin competencia. Y lo peor, en el sector de comunicaciones, si no, pregúntale al alumno de La Maestra.
  

No figuramos en el mapa de cambios económicos. Y mientras el mundo habla de el nóbel de Obama, el bloque BRIC, la guerra en Irak, el déficit de Japón, la fortaleza del euro, la muerte de Jackson y las nuevas políticas del Vaticano no queda espacio para México, salvo en la sección de nota roja. Y ya sabemos por qué... esta guerra que no sabemos si estamos ganando o perdiendo.

Cada país tiene su "momentum"; en América Latina pareciera que Chile ha cedido su posición para establecerse y tomar fuerza para un nuevo impulso, mientras sus ciudadanos piensan en quitar a la Concertación del poder y llevar al multimillonario Piñera a La Moneda. Y Colombia es quien está ocupando ahora ese espacio, compartiendolo con Brasil, esa gran potencia de la que todos los inversionistas están hablando; con un presidente que, hasta antes de su inicio de gobierno, era temido por Wall Street por sus fuertes discursos de izquierda radical.

Alguna vez México tuvo su momento, y lo dejó pasar.